Lamán Carranza Ramírez, director de la revista científica Obsidiana, participó en la Cumbre México 2060 realizada en el CIDE, donde destacó la necesidad de que México piense estratégicamente su futuro y consolide capacidades tecnológicas propias rumbo al año 2060. Señaló que el país debe decidir si aspira a desarrollar su propia tecnología y competir globalmente o continuar dependiendo de otros.

Expuso la transformación de la economía espacial, impulsada por la miniaturización y la reducción en los costos de lanzamiento, lo que permitió la entrada de startups y universidades a un sector antes dominado por grandes agencias. Mencionó avances como constelaciones de satélites, manufactura en microgravedad, internet orbital y exploración lunar. Subrayó que México ha contribuido a esta transición mediante esfuerzos científicos poco conocidos, como los desarrollos del laboratorio LINX y del investigador Gustavo Tanco.

Entre los proyectos nacionales relevantes destacó el satélite Nanoconect 1 y el Gran Telescopio Milimétrico, obra clave para obtener la primera imagen de un agujero negro, actualmente detenido por falta de recursos. También analizó el caso del Sincrotrón Mexicano, cuya interrupción constante refleja la falta de continuidad institucional pese a su importancia para sectores como energía, medicina, semiconductores y aeroespacial.

Carranza advirtió que los rezagos en supercómputo tienen efectos políticos y limitan el uso de inteligencia artificial y bases de datos nacionales. Criticó que los proyectos científicos se detengan por falta de presupuesto mientras se financia infraestructura sin evaluación adecuada.

México 2060, iniciativa impulsada por Obsidiana, busca orientar decisiones públicas en torno a gobierno digital, sociedad del conocimiento, transición energética y economía basada en información.